Rita Bonnici, una madre soltera procedente de Malta, siempre soñó con abrir su propio salón de belleza. Al terminar sus estudios de estética, Rita tenía los conocimientos necesarios, pero carecía de medios económicos para montar su propio negocio y detestaba la idea de no poder mantener a su familia como le hubiera gustado. El proyecto LEAP, financiado por la UE, ayudó a Rita a salir de esta difícil situación ofreciéndole asesoramiento empresarial. El programa también le permitió solicitar ayuda financiera, lo que le ayudó a abrir su salón y poner en práctica su pasión y sus conocimientos. Ahora Rita puede contribuir de forma significativa a su comunidad y obtener unos ingresos que le permiten mantener a su familia.